Con esta fotografía quise representar metafóricamente un fenómeno que se da mucho más seguido de lo que se
lo nombra que es la violencia femenina, es decir la violencia desde la mujer.
Existen dos tipos de violencias
femeninas que no deben confundirse:
Por un lado, está la violencia
que ejerce la mujer machista, aquella que aboga por nuestros derechos de
género y contra la violencia de los hombres hacia nosotras, pero siendo las
primeras en juzgar y pisotear a otras mujeres ya sea juzgando a una amiga por
su relación, criticando a otra mujer por su forma de vestir, utilizando
adjetivos a modo de insulto hacia otra, culpando a una mujer por el
comportamiento de un hombre por dar algunos ejemplos.
Por otro lado, está la
violencia de la mujer hacia el hombre que se da en las ramas más radicales
del feminismo. Y este es el tipo de violencia que más me interesa resaltar
porque está ligado a lo político. También es este tipo de violencia el que hace
que muchas personas ''estén en contra del feminismo'' cuando en realidad son
dos cosas totalmente diferentes: se termina desvirtuando un movimiento que
aboga a la liberación de las mujeres y la reivindicación de sus derechos,
hacia un hembrismo que hace un uso
interesado del prestigio político ganado por el feminismo para
promover un ideario represivo contra los hombres.
Hoy en día se utiliza -de manera
ignorante a mi parecer- el término ''feminazi'': este adjetivo es usado con sentido peyorativo para referirse a feministas que
son percibidas como radicales bajo el argumento de que el feminismo no busca la
igualdad entre hombres y mujeres. El feminismo SI busca realmente esa igualdad.
No así el hembrismo o misandria.
Así como existe la misoginia que es el desprecio hacia la
mujer, el cual se manifiesta a través de diferentes maneras como la
denigración, discriminación y violencia hacia la mujer, su cosificación sexual, entre otras; existe también la misandria
que es un término que hace referencia al odio o aversión hacia los varones.
Esencialmente se identifica al
hembrismo o bien como el mero desprecio al género masculino o como una tendencia
revanchista contra el hombre, siendo así un fenómeno de sexismo (prejuicio
o discriminación basada en el sexo o género).
Para mi es necesario hacer esta
diferenciación y así quitarle la carga negativa que se le ha impuesto
injustamente al feminismo gracias a movimientos extremistas perpetrados por
mujeres que dicen ser feministas cuando todo lo que expresan es un odio
visceral hacia el hombre.
Acá otra obra que realicé que se relaciona con este tema: